¿Sabías que tu piel sufre algunos cambios a raíz del embarazo? Incluso las pieles más cuidadas y sin impurezas, de repente se enfrentan por sorpresa al acné y, en cambio, la piel grasa, probablemente se te vuelva seca.
Y es que la realidad es que nunca se sabe a priori cómo va a afectarle a tu piel el embarazo. A veces, se gana un brillo especial debido al aumento del riego sanguíneo. Las hormonas actúan aumentando la cantidad de sebo en la piel, lo que puede provocar brotes de acné.
Si ya sufrías de acné previamente al embarazo, es probable que crezca durante la gestación, pero en ocasiones puede girar al extremo opuesto y que la piel se vuelva seca y con descamación.
A partir de identificar los posibles problemas de la piel, podemos empezar a poner soluciones. Todo esto cuando estás embarazada es mucho más complicado, hay que intentar equilibrar la piel casi semana a semana.
Desde Dr. Sanguino recomendamos abstenerse absolutamente de cualquier tipo de protocolo estético agresivo hasta después del parto. ¿Qué es lo más sensato? Pues mantener una piel sana, con una higiene sencilla pero rigurosa y metódica. Por supuesto, es imprescindible también mantener una hidratación adecuada en este momento.