La reducción de mamas o reducción mamaria pone como objetivo dotar de armonía la figura femenina en aquellas mujeres que poseen unos senos demasiado voluminosos. Se consigue corrigiendo la forma, posición de las mamas y del complejo areola-pezón, así como disminución del tamaño de las mismas. A partir de la reducción del volumen de tejido graso, mamario y el exceso de piel sobrante.
En este enlace puede encontrar más información.
Esta intervención se indica solo en mujeres que hayan completado su desarrollo y presenten una acusada discordancia entre el tamaño de su pecho y su complexión torácica. También se contempla para determinados casos en los que se observe una evidente asimetría entre ambos senos.
Quienes presentan hipertrofia mamaria, refieren una gran incomodidad, llegando a condicionar su forma de vestir, limitando la posibilidad de practicar ciertos deportes, así como influyendo de manera negativa en sus relaciones psicosociales. Sin olvidar las importantes afectaciones físicas que ocasiona esta alteración: molestias de espalda o reacciones cutáneas a lo largo del surco submamario, entre otras.
Los factores individuales de cada paciente condicionan la técnica elegida por el Dr. Sanguino para la intervención de reducción de senos, buscando siempre con ello adecuarse lo mejor posible a la edad, calidad de la piel, volumen de la mama y fisionomía de la paciente en concreto. Con este fin, antes de tomar ninguna decisión, se elabora un estudio preoperatorio individualizado y, es en el momento previo a la intervención, cuando se realizan las medidas y marcación que van a definir el resultado.
La técnica quirúrgica de preferencia es la de cicatriz mínima.
La paciente suele volver a su actividad laboral y cotidiana después de 2 semanas a 1 mes, dependiendo de la exigencia física que requiera.